¿Retos a cabezazos?

«Un reto te obliga a crecer hasta llegar a ser la persona capaz de merecerlo»

¿Sabéis qué es lo más importante (en el plano deportivo) que nos enseñó Edu Zapata el otro día al completar 100 kms dando 171 vueltas de 585 metros alrededor del hospital de Cruces a favor de Aspanovas?

Que cualquiera NO lo puede hacer.

Si alguien esperaba que dijera que «no hay nada imposible» siento defraudarle. Más de 3 meses preparando sus entrenamientos, hablando con él, escuchando sus dudas y temores además de 12 horas y media viviendo muy de cerca lo que supone culminar esa gesta, me reafirmó en lo que ya pensaba y muchas veces he comentado.

Y alguien dirá… «Hay que pensar a lo grande, yo soy muy cabezota y lo que me propongo lo consigo«

¡¡Y una leche!! Con perdón

Sí que hay cosas imposibles y si no te gusta la palabra imposible, digamos que «fuera de tu alcance» (¡¡y del mío!!. Ojo, no confundir con que desconozcamos nuestros límites o que creamos, por miedo, respeto o falta de confianza, que estos se encuentran mucho más cerca de lo que en realidad están.

¿Pero no hay que marcarse entonces objetivos ambiciosos? Por supuesto, ambiciosos, pero realistas, que nos obliguen a apretar los dientes y dar lo mejor de nosotros mismos.

¿Y no hay que intentar superarse? También y la cabeza juega un papel fundamental para ello, pero si no entrenas lo necesario para lo que te has propuesto, a cabezazos no vas a llegar a la meta.

Más de 12 horas de trabajo en equipo y convivencia unen muchísimo

Edu, un deportista con muchos años de experiencia, y que había participado anteriormente en maratones y triatlones de distancia Ironman, se ha preparado muy fuerte durante meses, acumulando trabajo y esfuerzo, preparando su cuerpo y su bolo…estaba motivado y convencido desde el primer momento, sabiendo que estaba a su alcance, pero solamente si entrenaba duro, muy duro y siempre dentro de lo que era capaz de asimilar.

Para seguir motivado y convencido, tenía que machacar el asfalto saliendo a entrenar cuando estaba cansado, habiendo tenido un día infernal o aparecido las dudas… la cabeza, la puñetera cabeza tiene la clave para hacer que entrenemos y nos puede convencer de que hay que dar un paso, cambiarse de ropa y salir a cumplir con el entreno o, al contrario, engatusarnos para quedarnos en casa cuando el cuerpo dice que no le apetece.

Pero hay que entrenar sí o sí.

Una de las cosas que más me gusta de mi día a día es que me escribe gente que me cuenta literalmente su vida. Cómo empezó a correr, qué gran historia hay detrás de un cambio radical, cuál es su reto…y muchos de ellos, con la información que me dan, los veo complicados y laboriosos, pero factibles, hermosos sueños por los que merece la pena dar lo mejor de sí mismo.

Pero también me encuentro con metas imposibles (y habrá personas que no estén en absoluto de acuerdo conmigo con ese concepto)…y cada vez más. «Retos» que si escarbas un poco ni siquiera salen de su interior, pero como todo el mundo corre maratones, hace ultras o ironman,,,también me uno a la fiesta.

Edu iba muy bien preparado física y mentalmente y tuve el privilegio de acompañarle durante varios kms, especialmente en los últimos. Si no hubiera estado bien preparado, su cabeza se habría dado por vencida.

Un día para recordar

Mucha gente tenemos mucho que agradecerte y yo el primero porque lo que hiciste NO está al alcance de cualquiera y eso te hace digno de mi admiración como deportista.

Por qué y para quién lo hiciste te engrandece como persona.

#QueTusExcusasNoTeAlcancen…¡¡¡CORRE!!!

Comentar