Pues mi GPS dice que…
Vaya por delante que esto no tiene, PARA NADA, intención alguna de abrir debate sobre si tal carrera «está mal medida» o «pues mi GPS dice que…» ni nada por estilo, sino un humilde y (espero) sencillo intento de aclarar el por qué de las diferencias de distancias y ritmos entre la clasificación oficial de una carrera y lo que nos ha medido nuestro querido «dispositivo inteligente».
Ni dar la razón a unos ni a otros, porque de eso no se trata, sino de aclarar las dudas que me ha trasladado la gente.
Voy a centrarme en la Bilbao Night Marathon del otro día en la que convivieron tres carreras a la vez: la maratón, la media maratón (ambas homologadas) y la 10 K o carrera pirata, que supongo no estaba homologada.
Y empiezo dando una mala noticia para muchos: los dispositivos que llevamos en la muñeca, TODOS, tienen un margen de error y casi siempre es a favor del corredor, vamos, que es «generoso» con nosotros.
Sin ir más lejos, con la gente que he hablado que participaron en la media maratón hay mediciones de GPS de 21,530, 21,400, 21,790 e incluso más de 22,000 para una distancia oficial de 21,097.
En mi caso fue ésta:
La homologación, el recorrido y distancia exactos, se hace de forma exhaustiva y profesional por técnicos de la RFEA y siempre trazando el mínimo recorrido posible. Ahora bien, a pesar de que no consigamos seguirlo nosotros por la masiva afluencia de participantes, que nos obliga a coger las curvas más abiertas de lo que queremos, ni trazar las tangentes que los técnicos realizan, no hacemos los suficientes metros de más que justifiquen esa diferencia.
La diferencia está en el propio dispositivo. En general, cuantas más curvas, cambios de sentido y giros tenga un recorrido, más error, pero bueno, que he dicho que no iba a entrar en ese tema…aunque como se puede apreciar, según mi reloj empecé la carrera, pasé por el palco de San Mamés, salí del estadio a tomar una cervecita a una tasca nueva que han abierto por la zona de Ingenieros, volví para sacar un corner al segundo palo y me reincorporé a la carrera, aquí lo tenéis:
Por lo tanto, si nuestro dispositivo lee una distancia superior a la oficial en el mismo tiempo, el ritmo que calcula es más bajo (mejor ritmo) que el oficial.
«Evidentemente, de cajón» dirán muchos.
Pero para quien no lo tenga claro, pongo un ejemplo, con la 10K: Si hemos hecho un tiempo neto (real) de 55:00 y nuestro GPS en meta ha medido 10.300 metros (desde nuestro paso por la alfombra de salida), el ritmo oficial, sobre 10.000 metros, será 5:30 min/km, pero el que marque nuestro amigo será de 5:20 min/km, es decir, una diferencia ya considerable.
¿En este caso, ¿cuál es el ritmo correcto? Bueno, más que correcto, hablaría de oficial y no oficial para no meterme en discusiones.
«¡¡¡Pero yo he corrido más de 10.000!!!» Pensaréis. Lo dicho, los ritmos se calculan de forma automática por los dispositivos o usando una calculadora como la que podéis encontrar en esta página de runnea. O de cabeza como hago yo.
A más metros para el mismo tiempo neto, ritmo más suave, a menos metros, ritmo más fuerte. Y no hay que volverse loco.
Pero esto no ha acabado todavía… para terminar de liarnos puede pasar que en la clasificación oficial hayan calculado el ritmo con la distancia oficial y el tiempo «bruto», es decir, el tiempo total contado desde que suena el pistoletazo de salida y no desde que pasamos por encima de esa alfombra y se activa nuestro chip.
Así que, siguiendo con el ejemplo anterior, si pasamos por ese arco 5 minutos más tarde de la salida de los primeros corredores (en una carrera tan multitudinaria es habitual), el tiempo «bruto» será 60 minutos, que sobre 10.000 metros oficiales, arroja un ritmo de 6:00 min/km, muy alejado ya del 5:20 de nuestro dispositivo.
Eso sí, a ese ritmo medio ni caso, a ese sí que no hay que tener en cuenta para nada.
Espero haber sido de utilidad y como cantaba Leño:
«Corre, corre, corre, que te van a echar el guante»
«Que tus excusas no te alcancen…¡¡¡CORRE!!!
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