Para ti, que todavía no has vuelto a correr
Para ti que aún no has vuelto a correr, que hace dos meses no podías estar sin tu chute diario de running y que pasaste las primeras semanas de confinamiento suspirando, como todos, por calzarte las zapas y salir a hacer unos kms.
Y todavía no has salido, no por impedimentos familiares y/o laborales, temas más urgentes que atender, ni por enfermedad o lesión. No porque hayas preferido empezar con una buena caminata, andar en bici, hacer surf o patinar..sino porque, después de más de 50 días sin poder hacer lo que tanto te gusta, estás sin ganas, desmotivado, con miedo,…o todo junto.
Ya sabes que el resto hemos salido, como un 6 de enero a estrenar los juguetes, con las zapas y la ropa preparada desde la víspera y maldurmiendo por los nervios; orgullosos, expectantes e ilusionados al acostarnos para soñar con el regalo que nos encontraríamos al despertar: correr al aire libre.
Pero igual no sabes qué es lo que sentimos unos cuantos los primeros minutos del amanecer del sábado: te voy a contar que por nuestro cuerpo recorrió un puntito de angustia, ansiedad, miedo y nervios.
Que estábamos desubicados, descoordinados y torpes, autochequeándonos constantemente, notando viejas lesiones que pensábamos superadas, pensando que en cualquier momento nos íbamos a lesionar….e incluso con cierta desgana y sensación de obligación.
Y lo sé porque yo lo sentí y porque he hablado con muchas de esas personas, mu-chí-si-mas, Pregunto, escucho, observo, me fijo…porque esto de entrenar en realidad va de tratar con personas.
Pero también te quiero contar que todos, absolutamente todos, quienes lo pasamos mal durante unos minutos y, por supuesto, quienes gozaron desde el primer paso que dieron, volvimos a sentirnos felices.
Y que es normal lo que te pasa; que ha habido tantos confinamientos como personas, que el golpe emocional ha sido bestial y cada uno lo gestionamos de una manera.
Altibajos, días horrorosos, momentos de querer mandarlo todo al garete, de matarnos a hacer deporte y también de fundirnos en el sofá, de cuidarnos y de maltratarnos, de querernos y de odiarnos…
Y, sobre todo, no te culpes de ello porque la situación ha sido y es excepcional. No han sido unas largas vacaciones de tumbarse al sol, comer y beber pensando en que a la vuelta ya arrancaríamos. Nadie nos había preparado para esto y, ni mucho menos ha sido elección nuestra.
Tiene que salir de ti, sin presiones propias ni mucho menos externas. Toma como inspiración la felicidad que transmiten quienes han vuelto a disfrutar de correr y no las salvajadas de esos pocos que se han preocupado de que nos enteremos que son ellos quienes la tienen más larga.
Y, cuando tú elijas, cuando tú quieras y salga de ti, volverás a sentir el poder transformador que tiene el deporte.
«Agárrate a la vida
Recoge la ilusión y ve curando tus heridas
Destapa la emoción y bebe toda la alegría»
«Agárrate a la vida» (Atacados)
#QueTusExcusasNoTeAlcancen…¡¡¡CORRE!!!
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