Los ángeles (de) y Charlie

«Frecuenta, si es posible a diario, el contacto con «personas-medicina», optimistas, tonificantes, divertidas, ocurrentes, sensatas y con ganas de vivir…» (Bernabé Tierno)

Cada uno gestionamos de una forma (o como podemos) las horas previas a la maratón o cualquier otro objetivo importante que nos hayamos propuesto; nerviosos (¡¡seguro!!) pero exteriorizándolo de distintas maneras (más serios, callados, demasiado habladores e incluso pesados…)

Y ahí es cuando aparece esas personas medicina, generosas, que se desplazan 1000 kms, que teniendo a sus pies una ciudad como Sevilla para disfrutarla como se les antoje, se ponen a tu disposición para lo que necesites.

Optimistas y tonificantes, porque sin negar la realidad te la hacen ver de una manera especial consiguiendo que el aire, que difícilmente entraba a tus pulmones por esos nervios y ansiedad, fluya facilmente.

Divertidas y ocurrentes, porque…bueno, eso no se puede explicar, son mil anécdotas y momentos inolvidables.

Pero, ojo, sensatas, con la cabeza bien amueblada, aportando equilibrio, poniendo cordura a las decisiones, momentos y conversaciones de esos días. Conversaciones sobre esto del correr, pero sobre todo… sobre absolutamente TODO.

Y con ganas de vivir, de las auténticas, de las que se contagian, de las que te hacen despertar y hacen ver que no hay que perder ni malgastar un minuto en tonterías, que tienen QTENTAmicina para dar y tomar: un abrazo de Miren y Ángela, lleno de sinceridad y sentimiento, te llega hasta dentro y recorre tu cuerpo dando más energía que media docena de geles cargados de cafeína.

¿Que hay que cenar pasta en el apartamento un sábado en Sevilla en vez de salir a vivir la noche? Las primeras.

¿Que hay que levantarse un domingo a las 6:00 para ayudar a poner dorsales, cargar con mochilas, patear media ciudad persiguiendo a su gente para animarles como nadie sabe (irrepetible lo del domingo) y esperarles en meta el tiempo que haga falta para darles un abrazo? Las primeras.

¿Que luego hay que escuchar nuestras batallitas, nuestro km a km (que-somos-muy-pesaditos), tardemos una eternidad en ducharnos para, por fin, celebrar como se merece, los logros de los demás? Las primeras.

Por cierto…lo conseguimos

Y Charlie? Pues Charlie es una persona que hizo algo extremadamente difícil: supo gestionar que una lesión le hiciera desistir de correr la maratón y, en vez de quedarse en casa, prefirió ir, correr los kms que su estado de forma y la prudencia aconsejaban, para echar una mano en lo que hiciera falta y, especialmente, a quien se enfrentaba por primera vez con la «Innombrable«.

Nos olvidamos muchas veces de quien nos soporta y aguanta durante todo ese camino que culmina el día y el momento en que cruzamos la línea de meta, de los «utilleros» como dice mi amiga Bego Beristain (que también hizo una gran maratón), pero son una pieza clave en nuestros éxitos.

Y por supuesto, cómo no, el equipo #QTENTA que nos animó desde la lejanía, sintiendo su aliento en cada zancada.

Ángela, Miren e Ixone nos «persiguieron» durante toda la carrera

Que me lío…En el próximo post prometo hablar de cómo hay que correr una maratón: de ritmos, de estrategia, de por qué hay que tener paciencia, del muro,…

Y mientras tanto…

It’s a beautiful day
The sun is up, the music’s playing
And even if it started raining
You won’t hear this boy complaining
Because I’m glad

#QueTusExcusasNoTeAlcancen…¡¡¡CORRE!!!

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