¿Ya has hecho balance del año que acaba y has confeccionado una lista con los propósitos y objetivos para el que entra?

¿Y qué pasó entonces, dónde están los que te planteaste hace ahora un año? ¿Lo que te ha sucedido, lo que has vivido y por lo que has pasado en estos doce meses guarda relación con aquello?

Seguramente habrás tenido momentos mejores y peores, y algunos que, ni por asomo te esperabas.

Por mi parte quiero pensar que sí, que he enseñado a correr mejor a mucha gente, ayudado a que cumplan sus objetivos, ya sean mejorar marcas, hacer su primera maratón o completar los primeros 5 kms de su vida, pero, sobre todo…

Sobre todo, he aprendido

Sí, para mi ha sido un año de aprendizaje, de conocer a gente extraordinaria, con la que compartir ilusiones, retos, dudas y temores. No somos kms, ni somos dorsales, somos personas y, por encima de esas marcas, retos y éxitos deportivos, lo más importante en mi día a día no ha sido marcar ritmos, ni ha sido mandar series, sino aprender que puedo ayudar a gestionar emociones.

Y, para acabar, ¿sabes qué le he pedido a este año? Reír cada día, ese es el consejo que me atrevo a darte: rodéate de gente que te haga reír y, de cara a lo que venga a partir del 1 de enero, no pienses demasiado y haz como dice la canción:

«…tentar al futuro con el corazón» 

#QueTusExcusasNoTeAlcancen…¡¡¡CORRE!!!